Globos de colores...

Los colores brillan bajo el sol radiante, un sol que parece querer recibirte (recibiros). Hemos venido los tres a acompañarte, hoy y siempre, hasta el fin de los días. Porque sí, hoy has volado alto, pero tú nunca te vas a ir, porque eres parte de nosotros y porque te debemos mucho. Tú nos has enseñado a amar incondicionalmente y a ser más fuertes.

Las lágrimas luchan por salir, y en mi mente y en mi corazón todo sigue pareciendo una pesadilla. Estamos ahí, rodeados de tanta gente, y sigo sin creer que esto nos haya podido pasar. Aún no me creo el hecho de que no estés físicamente, que no podamos verte sonreír y abrazarte, verte crecer como lo hacemos con tu preciosa hermana. Y cuesta tragar saliva y seguir andando como si nada hubiese pasado.

¿Por qué te fuiste tan pronto?

Pero esa es una pregunta para la que nunca voy a encontrar respuesta, y por eso siempre vas a ir conmigo. Te recuerdo a cada paso, en cada segundo. Ahora nosotros somos algo que suena a ti, a lo vivido, ya no somos los de antes. Nunca lo volveremos a ser.

De repente suena la música y duele mucho soltar el globo, pero debemos dejar que vueles. Y mirando al cielo desgarrador te alejas volando, bajo el sol, inquieta y juguetona con el viento, entre colores, junto a tantos otros ángeles que te acompañan en el camino. 

Injusto a todas luces, pero emotivo. Seguís todos juntos la misma senda, un simbólico pájaro parece guiaros hasta que desaparecéis en el cielo.

Nosotros tres volvemos a nuestro hogar, tú ya estás en el tuyo. Pero nunca lo olvides, siempre seremos cuatro, tú eres nuestro ángel.

Te queremos con toda el alma mi preciosa Alexia.

1 comentario

[Eva - 06 de octubre de 2014 - 22:36]

Pequeña Alexia, miro atrás y pierdo la noción de lo que es real y lo que no, o de lo que no quisiera que lo fuera. Porque todo me parece tan grotesco e injusto que me cuesta menos pensar que esto fue una pesadilla, que asimilar que te fuiste sin apenas haber llegado. Nada más injusto y amargo que lo que te tocó vivir, a ti, a los tuyos, a nosotros.

Sin embargo, trato de darle sentido a todo y puedo decirte que a pesar de el agujero emocional devastador que tu partida ha dejado en todos, sobretodo tus papás y hermana (para ellos no hay descanso ni consuelo), nos has enseñado mucho. He tratado de que tu marcha no haya sido fútil, y yo tampoco volveré jamás a ser la misma. Con tu partida, se fueron muchos de mis demonios. Ahora soy otra, no pierdo el tiempo ni lo hago perder, y tampoco la paciencia, ni los estribos... He dejado de exigirle a la vida y he aprendido a dejar fluir. Vi de forma muy cruel lo que la vida nos arrebata y decidí hacer algo con todo ese dolor. Por eso, Alexia, allí dónde estés, quiero decirte que has dado mucho más sentido a mi vida. Que nunca podré abrazarte pero tuve el privilegio de poderme despedir de ti, y nunca te olvidaré.

Dale mucha fuerza a tus papis, la necesitan. Te quiero, mi pequeño ángel.